Via Pinterest.
 “La temperatura de la ducha en la mañana… la maravilla de secarse el cuerpo con una toalla seca… el poderse meter en una cama con sábanas limpias… el poderse acostar con un pijama limpio… el olor a pan tostado… la textura de la salsa de tomate a la hora del almuerzo… el sol pegándome en la cara cuando camino… el olor a jazmín… las chispitas de la coca cola pegándome en la nariz… la gentileza de una cajera en el supermercado… cosas que todos los que estamos aquí vivimos por montones todos los días. Pero como nosotros estamos más ciegos que Jaime, no vemos nada. Por eso tenemos una generación de niños tremendamente mal agradecidos (…) porque no han aprendido a valorar nada de lo que tienen. Y eso es producto de que (…) nunca nos han visto a nosotros decir que la ducha estaba exquisita, que la toalla estaba suave,  que gracias a Dios tenemos un pan tostado para comer. Porque los que tenemos la fortuna de tener nuestras necesidades básicas satisfechas, cada vez nos hemos vuelto más insatisfechos y cada vez esperamos cosas distintas para poder ser felices, sin entender que la felicidad es una decisión. Yo decido libre y soberanamente si me quiero cagar la vida o no. Y eso va a depender de la capacidad que yo tenga para registrar las cosas que tengo y no las que me faltan. Ser feliz es un tema de actitud. Y yo puedo estar permanentemente feliz -no siempre contento- pero puedo estar permanetemente feliz en la medida que le puedo encontrar sentido a lo que hago”.

Este fragmento forma parte de la historia de Jaime, un ciego que llegó a la consulta de la psicóloga chilena Pilar Sordo, llenando 4 cuadernos con situaciones de “las cosas buenas de su vida” como parte de una tarea que le solicitara Pilar dentro de su terapia para tratar la depresión que lo afectaba. Forma parte de una conferencia del año 2009 en Valdivia y no tiene desperdicio (para acceder al video de la conferencia completa clickea sobre el título). Trata temas como el rol femenino y el masculino en la pareja y la familia, el vínculo con los hijos, el trabajo, el amor… casi siempre con un humor de llorar de la risa! Y como las respuestas que necesitamos siempre nos llegan (no siempre somos capaces verlo, pero llegan) agradezco que me haya llegado y lo comparto como alguien lo compartió conmigo. Seguramente no dice mucha cosa “nueva”, pero siempre es bueno recordarlo!







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